Inocente es el ser que no sabe (los niños) incontaminado de creencias y también vacío de experiencias; ignorante es aquel ser que cree que sabe (la mayoría de adolescentes y adultos) contaminados de creencias y sabio es quien sabe que sabe al pasar las creencias por el filtro maravilloso de la verificación, sometiéndolas a los resultados, llegando a la comprensión y la verdad. Video basado en las enseñanzas del gran filósofo Gerardo Schmedling.