TESTIMONIO DE CATALINA
"Era realmente la esclava y rehén de mi esposo, años de sufrimiento mío y de mis hijos, como él me lo hizo ver “puse las llaves de mi felicidad en el bolsillo de mi esposo”, su compañía y dialogo metódico me llevo a descubrir una fuerza que estaba oculta, negada, reprimida en mi, a transitar el camino de la libertad y a hacerme responsable del deplorable estado de esclavitud, encierro y caos en el que convertí mi vida por años".
Catalina - Ecuador - 29 años
TESTIMONIO DE CLAUDIO
"Mi esposa me lo recomendó, llegue a él por complacerla a ella, no porque sintiera que me iba a ayudar, necesitaba encontrar respuestas a mis constantes quiebras económicas, puedo únicamente decir que este Coach me hizo ver, reconocer y entrar a reparar cosas que ni siquiera recordaba haber hecho hace muchos años… que a la final comprendí, eran el origen de como yo me auto saboteaba y autocastigaba por culpa y vergüenza de esos actos".
Claudio - 55 años - Chile
TESTIMONIO DE MANUEL
"Iba a renunciar a mi trabajo por la presión o porque no llamarlo acoso laboral de mi jefe, este Coach me llevo a comprender que si no resolvía el tema con él, igual en otro nuevo trabajo se repetiría, logré comprender que este jefe tan sólo me interpretaba un libreto para que yo comprendiera y resolviera lo hasta hora irresuelto con mis padres… fue increíble como puse en practica lo comprendido y hoy en día sigo en la misma empresa y fui ascendido de cargo".
Manuel - Colombia - 41 años
TESTIMONIO DE SONIA
"He desarrollado varias sesiones con él, decidí llevar a mi hija de diez años ya que la veía muy triste y aislada, pensé que le hacían bullyng en el colegio, la sesión se hizo en mi presencia, al finalizar la misma comprendí que mis miedos y limitaciones eran el mayor bullyng para mi hija, puedo decir que hoy respeto a mi hija y no la involucro en mis temas no resueltos de pareja y autoestima".
Sonia - Colombia - 46 años
TESTIMONIO DE SALVADOR
"La violencia que yo llamaba fuerza era mi carta de presentación, además de mi herramienta de éxito en lo social y laboral, este señor como él lo dice “mojándose el culo”, entregándose, mostrándose imperfecto hasta decir no más, poniendo sobre la mesa toda su oscuridad, logró inspirar en mi una confianza que nunca tuve con nadie para abrirme viendo mi vida de porquería y logrando reconocer cuanto daño hacia a los que me rodean y a los que me aman y sobre todo a mi mismo, es un proceso… aún sigo trabajando en mi violencia, la que aprendí de mi Padre, la que hoy veo y reconozco, que ya no niego…sin embargo hoy es diferente no me culpo ni culpo a nadie, me hago cargo y responsable de ella, el verla y reconocerla ha hecho que disminuyan en gran medida mis agresiones verbales a los demás y que ya no tengan espacio las físicas".